jueves, 3 de octubre de 2013

Desde algún lugar , desde cualquier parte : ¿Qué nos indigna?




¿Qué es lo que nos hace la sangre hervir?
¿Qué nos enoja?
¿Qué nos molesta?
Y no hablo de vida personal. 
No me vaya a salir con que los ronquidos de su pareja . 
No vaya a salir con que los zapatos no le quedan bien. 
Que la tele ya no es a colores porque destiñeron. 
Que le cae mal la estafa de las bolsas de ricitos que
 ahora traen aire nomás. 
Hablo de lo que está más allá del derecho de su nariz. 
 ¿Qué le indigna?

No me salga con la pavada de que le molesta las estafas 
de las compañías telefónicas. Que el servicio de cable no 
funciona bien. Que el café de Starbucks a veces lo sirven 
tibio. ¿Para qué jodidos va a Starbucks? Vaya mejor a 
donde la doña de la refas de la esquina sirve mejor café 
y es nacional quien quita y hasta esté trabajando conjuntamente 
con las cooperativas de mujeres en el occidente y el café sea 
orgánico y de primera mano.


Por favor no me vaya a salir con que le indigna el piloto del 
autobús en que viaja porque siempre lleva puesto un CD 
de los Temerarios y usted quienes uno de Tito el Bambino.
 Menos mal de que del Bambino y no de Tito el Genocida. 
Usted quiere ir repasando la canción: “tu olor me mata cuando
 hacemos el amor…” …Uta… Ma…, pero mejor eso y no
 escuchar al soquete remedo del Renegado. En ese punto comprendo 
su urgencia por escuchar al que los mata cuando hacen el amor.


Pero volviendo a la médula espinal de la columna vertebral, no 
se preocupen que no pasaré examen de anatomía ni de kinesiología, 
así que no me tienen que repetir inserciones ni nombre de vértebras 
y nervios y músculos y ligamentos mucho menos coyunturas. Buena 
gente que soy ya sé que lo van a perder y tampoco quiero hacerles la trastada.


¿Qué nos indigna? ¿Qué nuestra hija adolescente tenga novio y que 
el fulano sea un bueno para nada? ¿Qué nuestro hijo universitario 
esté pensando en casarse y dejar de estudiar porque se preñaron
 con la novia? ¿Qué no le den aumento de salario en el trabajo? 
¿Las colas enormes en el tráfico de la mañana? ¿Qué su esposo no
 ayude en las tareas del hogar? ¿Qué su esposa siempre tenga dolor 
de cabeza y no colabore con la pose número sopotocientos del Kama Sutra?


¿Habrá algún escalafón de cosas que nos indignen más que otras? 
¿O ya estamos en el desahucio total? Por vida suya no me vaya a 
salir con que le indigna más saber que no pudo ir al concierto de 
Andrea Bocelli que la estampa diaria de las crías traga fuegos en 
los semáforos de la capital guatemalteca. No me salga con que le 
encachimba más no juntar para las vacaciones de fin de año que 
ver a las niñas menores de edad paridas cargando otras crías entre 
los rebozos. Mire por favor no me vaya a matar de infarto con 
decirme que le molesta en sobremanera las tranzas de Claro y no
 la opresión que están viviendo las comunidades que defienden la 
tierra de las garras de la mineras y del gobierno y aleados. Porque 
si me dice eso es merecedor y merecedora de un guacalazo de agua 
fría a las cuatro de la mañana, para ver si así se le despierta la
 conciencia y deja por un lado y de una vez por todas la urgencia 
por lo pasajero, por lo trivial, por lo mundano, por lo carente de 
sentido y de esencia. Para que de una vez por todas defienda la 
vida. Si me sale con que le molesta más la estafa de la SAT y no
 las vidas perdidas de los pilotos de autobús déjeme decirle ex 
señorito y ex señorita que usté no está en nada, no sirve pa´nada y
 no merece aumento de salario de nada, ni vacaciones ni na ´a. 
 Es más merece que le hueveen su celular más inteligente que usté 
para ver si así se le quita esa dependencia de estar viendo 
pornografía en horas de trabajo, para ver si así no se las lleva de muy 
“denunciante” pegando fotitas en el jetabook, ajá porque también 
 cree que con pegar una fotito y “Dios los cuide, rezamos por ellos, 
que Dios los guarde” ya contribuyó para que a la pobre gente que 
están oprimiendo, golpeando y matando no les vaya más feo.


Nel agarren vara la cosa no es así, “pobres los niños de la calle 
es un panorama desolador” ¿Y qué está haciendo para que esa
 realidad cambie? “Es que yo denuncio en la redes sociales” 
¿De qué le sirve acaparar plataforma en una red social a la que 
solo tienen acceso mustias y soquetes como usted y como yo, s
i no es capaz de salir a la calle, una denuncia en una red social 
debe generar movilización, acción y usted debe de ir como parte 
de ella, aquí no se trata de esconder la piedra y esconder la mano. 
Otro paisaje es que usted sea de la marita ya ubicada en el ojo 
del huracán que aprovecha la tormenta para lanzarse sobre la 
primera ola y robar cámara, pero bueno esa harina podrida de 
costal roto pertenece a otro basurero. Ajá a ese basurero donde
 comen las crías que usted cuando va en su nave o en el autobús 
no quienes ni por asomo voltear a ver y mucho menos tocarlas y 
ni que se diga ayudarlas. Váyase con su costal de harina podrida a 
su casa y preparase una buena bandeja de pan con Racumin, se lo 
come con mantequilla o mermelada y le aseguro que su segunda muerte
 le saberá a gloria y le digo su segunda muerte porque muerto ya está,
 usted es un zombi que va por la vida sin sentirla. Déle y empáchese
 que mucho ayuda quien no estorba, deje de estar robando aire.


Si usted de las personas que creen que las niñas violadas y 
embarazadas en manos de familiares y desconocidos no merecen 
que su sangre hierva, hágame un favor. Métase dentro de un 
congelador y quédese ahí el resto del año. O mire se la voy a 
poner más fácil ábrase las venas y tírele el chilate a los coches 
las zurce y va a un matadero de res, o avícola y pide que se las 
vuelvan a llenar no crea que la sangre de los animalitos es tan 
distinta de la nuestra: la de ellos tiene fidelidad es mucho mejor 
que la nuestra.


¿Qué le indigna? ¿Los chalecos color naranja impuestos para 
favorecer a un partido oficial? Estoy de acuerdo pero tampoco 
es capaz de manifestarse, calladita la boca, cerrando el pico se 
mira más bonito, más bonita. Siga recibiendo palo. Pero si la 
imposición de chalecos color naranja le indigna más que los 
feminicidios déjeme decirle que usté no sirve para nada. Cuélguese 
de la viga más alta de su chante y quémese las patas con leña verde.


Si a usted le indigna más la banda delictiva que operaba en la 
SAT que el grado de desnutrición en que viven las crías de su país, 
déjeme decirle, recitarle y mentarle dos o tres letanías, usted escójalas.


Que la gasolina subió. La canasta básica. El pasaje. Pero no es 
capaz de manifestarse. De salir a la calle. Usted estudiante 
universitario, ajá con o sin capucha seguimos en la lucha, puros 
cuentos de patadas de ahogados, ya ni las cenizas quedan del
 honor y de la decencia de la universidad de Mis Amores, fuera 
del desprestigio –que no sirve para na`a- ustedes la están soterrando.
 ¡Buenos y buenas para nada! ¡Solo para el chupe y la talacha!
 ¡Hágase un rollito ese cartón comprado y métalo en la bolsa de 
su portafolio de egresado de educación superior! Siga puyando 
y sangrando a quien no sabe leer ni escribir total que solo para eso estudió.


¿Qué nos indigna? Si a usted le indigna más la estafa de las granadas
 y armamento robado –por ellos mismos- que la explotación sexual y 
trata de personas que están viviendo las niñas y niños de su país, 
déjeme decirle que usté ya hiede y ni con Agua Florida, Siete 
Montes y baños María podrá salvarse, tírese de cabeza antes 
de que llegue el Primero de Noviembre para que por lo menos
 le lleven flores a la tumba.


Son cientos de niñas abusadas emocional y físicamente por 
familiares de las cuales la mayoría quedan embarazadas, 
¿no le indigna eso?, ¿qué hará con la indignación? 
¿Tragársela? ¿Pasársela por el arco del triunfo? ¿Guardarla debajo de la alfombra? ¿Meterla en el zapato? ¿Bajársela en un cuto?


No, no hará nada como siempre. Porque a la indignación hace 
décadas que le dieron pasaporte al otro mundo, es inexistente 
ya. La va a revivir así con péndulo y con hechizo de brujería, 
con la guija en noche de luna, con el puro de Maximon, 
hasta que le toquen a alguien que es sangre de su sangre.
Entonces sí se le va a indignar hasta el último poro de su ser y 
va llorar, y va gritar y va a salir a las calles, y va a tocar 
puertas, irá a buscar ayuda a donde se le ocurra en su 
desesperación, ¿pero sabe qué? No se la darán, le cerrarán 
las puertas, guardarán silencio, voltearán hacia otra parte, le 
cantarán la misma letanía de siempre: estamos investigando.


¿Sabe por qué? Porque usted ahora en este mismo instante
 no es capaz de ponerse en los pies del otro. De la madre a 
la que le secuestraron a su hija, del padre al que le mataron 
un hijo, de la viudad, del huérfano, de la niña violada, de 
adolescente embarazada, de la mujer migrante que sale de 
las fronteras patrias y desaparece para siempre en la frontera,
 de las mujeres que tienen esclavizadas en el bar que visita, 
del bar que usted ve desde el autobús.


De la casa de citas que sabe que existe y no denuncia. 
 Un día será su hija, su hijo, su esposo, su compañera, su nieto. 
 ¿Aumentará su capacidad de indignación?


No espere a que ese momento llegue, reaccione. 
Nos están vendiendo la tierra los canallas, nos están 
matando a nuestros niños, secuestrando y asesinando a
 nuestras adolescentes. Están embarazando a nuestras niñas.
 ¿Hasta cuándo aumentará su capacidad de reacción, 
de indignación? Levántese, despierte, sacúdase 
la modorra, haga temblar el país en una manifestación
 masiva que incluya: obreros, campesinas, proletarias, 
egresadas de universidad, estudiantes, amas de casa. 
Todas y todos. Todas las voces todas: canta Mercedes Sosa. 
¿O ya desahuciados en el silencio de nuestros miedos 
y de nuestra doble moral, en el encierro de nuestro 
egoísmo, de nuestra iracunda infamia que nunca 
denunció vamos a tararear: todavía cantamos? Todavía…
 Cuando pudimos hacer por cambiar, para evitar, para
 enjuiciar, para denunciar y no lo hicimos. Quedémonos
 pues cantando para mientras: “tu olor me mata cuando 
hacemos el amor”, que para cuando nos maten por segunda 
vez no será el olor ni cuando estemos haciendo el amor, será 
de dolor y de olvido, de tristeza y de silencio contenido. 
Será de locura, de paranoia, de ansiedad, será de depresión. 
Para mientras ese momento llega y toca a tu puerta esperálo 
en el zaguán, en la cantina del barrio, o en la cama de tu amante, 
o en la playa veraniega, en el teclado de tu teléfono inteligente, 
en la butaca de tu jefe, en la discoteca, en el que dirán, en tus
 tres golpes de pecho, en misa de domingo.


Para cuando te llegue a indignar la miseria en que viven 
las crías que no pariste, las niñas que violaron, los 
campesinos que asesinaron, las mujeres que secuestraron,
 los pilotos que mataron, dejáme decirte que para cuando 
te llegue a indignar, el país ya estará en el culo del abismo 
de donde nadie, absolutamente nadie lo podrá sacar. 
Entonces sí chapoteá dentro de tu propio excremento 
que tu casa será una letrina de poso ciego. 
Nada envidiarás del vecino.


Postada: Hágase la campaña y comparta en sus redes sociales,
 por correo electrónico, por cualquier medio: la alerta Alba-Kenneth.
 Empiece por ahí para que vaya entrando en calor antes de 
que se lesione o se acalambre cuando entre en frío le metan 
el primer cuentazo. No haga de las niñas personas de segunda 
y tercera categoría, piense y actúe, promueva y genere
 –con toda la obligación que es su responsabilidad como ser humano- 
el cambio hacia una sociedad de equidad.


Autora : Ilka Oliva Corado. / Octubre 03 de 2013/ En mi letrina.


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